Las genuinas leyes de la felicidad consisten en armonizar con el origen y orden del universo, pero el sufrimiento es automático si se desarmoniza con ellas, descúbralas acá, hágalas trabajar a su favor y convénzase por si mismo. Que es el dolor? El dolor ANTE TODO es una experiencia MUCHO MUY personal, puesto que para cualquier espectador casi siempre es COMO una anécdota, la experiencia resulta ajena para quien no ha vivido la misma situación. Clases de dolor: dolor físico; dolor emocional por desgracias que nos pasan; dolor emocional por las limitaciones o miserias; y dolor mental por las culpas o sentirse responsable de lo sucedido. El problema es trágicamente grave y este es solo un pequeño ensayo, me entristecería indeciblemente que dejen de leerlo por inocentes prejuicios, mas que todo porque lo abordaré desde la perspectiva de una acaso neutral alegoría, que bien puede forjar un documento que pueda circular como un aporte a la felicidad de la humanidad.
Cual es la causa genuina del sufrimiento?
Sufrir= someter o exponer a profundos cambios.
¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? (lo dejó claro un primo de Juan el bautista).
Cláusula #54
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nota: para regresar a éste tu blog, sólo escribe en google: 150 frases religiosas que NO están en la biblia
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Sufrimos a) como resultado de nuestros propios errores b) como resultado de los errores de otros y c) como resultado de causas fortuitas o naturales. CONFUNDIMOS FELICIDAD CON PLACER. En todo caso, la felicidad y el sufrimiento tienen una INMENSA conexión ya sea con el orden con su ausencia: sufrimos o infligimos sufrimiento A OTROS cuando nuestras perspectivas son diferentes a las de EL ORDEN, necesitamos armonizar con el origen del universo pues nuestra libertad NO NO da derecho a afectar la conveniencia de otros. Si piensa que ud. sufre por amor, es porque confunde el amor con el romance (en realidad ES el amante NO el amor). El amor es otra cosa: es la filosofía del dar, compartir, solidarizarse, es altruísmo; es la política de la pala, opuesta a la del azadón o azada: el amor es dar AÚN o en especial a quienes NO tienen la posibilidad de corresponder y devolverlo. El amor es responsabilidad. Amor "es el interés activo por el crecimiento y la vida de aquellos a los que decimos amar" Erich Fromm, sociólogo.
Uno no puede quedar menos que asombrado al ver el inmenso desacuerdo en identificar la causa del sufrimiento, por ejemplo acá en el siguiente enlace se consignan por lo menos casi dos mil afirmaciones diferentes muchas veces contrapuestas tan solo referidas al tema de la educacion sexual, que para empezar debería llamarse con mucha propiedad "educaciòn matrimonial", CONOZCA POR FIN los hechos crudos, toscos, ásperos y poco elaborados:Cual es la verdadera causa del sufrimiento?
Para muchos el origen del egoísmo y porqué de su existencia es causa de no poca perplejidad. Ven la obra del mal con sus terribles resultados de dolor y desolación, y se preguntan como puede existir todo eso bajo la supuesta soberanía de uno cuya sabiduría poder y amor son según se dice, infinitos.
En realidad es ABSOLUTAMENTE IMPOSIBLE explicar el origen del egoísmo y la razón de su existencia (esto, estoy por ampliarlo en los próximos dos párrafos Y demostrarlo en el resto de este ensayo). Sin embargo, se puede comprender suficientemente un poco lo que se refiere al origen y propósito finales del egoísmo, para hacer enteramente manifiesto la justicia y benevolencia del bien en su proceder contra TODO mal. (para todo y siempre que la justicia no la dosifique mucho menos administre el falible ser humano para dañar físicamente etc a otros, y recordemos que en la humanidad, su sistema judicial, parece haber consenso de TAN SOLO aislar a los incorregibles, una vez probado su delito, NADIE trabaja para su efectiva re-educación/rehabilitación)
El egoísmo es un intruso, y NO HAY RAZÓN válida ALGUNA que pueda explicar su presencia. Es algo misterioso como secreto e inexplicable; excusarlo o tratar de explicarlo equivaldría a defenderlo. Si se pudiera encontrar alguna excusa en su favor o "señalar" la causa de su existencia, dejaría de ser egoísmo. La única definición jurídica del pecado es la que nos da un antiguo libro: “el egoísmo es transgresión de la ley”, la definición filosófica de Ley: "Relación o concatenación universal, real, necesaria e inalienable entre dos entidades, objetos o eventos [una vez que estos existen, sin atender a sus causas]" (Filosofía marxista). Al romper cualquier ley, se aniquila la integridad del ente que la rompe, Ej. típico es la ley de al gravedad.
Antes de la aparición del egoísmo había paz y gozo en todo el ambiente de entonces. Todo guardaba perfecta armonía con la voluntad del Amor. Como la ley del Amor era el fundamento del Gobierno del bien, la dicha de todos los seres dependía de su perfecta armonía con los grandes principios de justicia. EL AMOR requiere que todos los seres le rindan un servicio de amor, una actuación segura y un homenaje que provenga de la apreciación INTELIGENTE de su carácter. [pues lo ha verificado, que ensayar ese carácter, el carácter justo, causa la felicidad, exactamente de la misma forma que desviarse de su práctica, lleva sin excepción al sufrimiento]
No le agrada la sumisión forzosa [pues preveía la hipocresía de la era oscurantista y sus resultados a causa de un estado policiaco], y da a todos libertad para que le sirvan voluntariamente. Pero hubo un ser que prefirió pervertir esta libertad. El egoísmo nació en aquel ser que, después del bien, había sido el más honrado por la bondad y el más exaltado en honor y en gloria entre los habitantes de ese ambiente: era el portador de la luz: el arcaico fotón.
El que sería el creador del egoísmo había sido tan altamente honrado antes, y todos sus actos llegaron con el tiempo a estar tan revestidos de cierto secreto y misterio [tal como las decisiones del presidente ejecutivo de un directorio empresarial], que al principio era difícil revelar a los otros seres la verdadera naturaleza de su obra. Antes de su completo desarrollo, el egoísmo no podía aparecer como LO autodestructivo que es en la realidad. Hasta entonces no había existido en el ambiente, y los seres inocentes que lo habitaban no tenían idea de su naturaleza y malignidad. No podían ni entrever las terribles consecuencias que resultarían de poner a un lado la ley vigente.
En su trato con el egoísmo, el Amor no podía obrar sino SOLO con justicia y verdad. El creador del egoísmo podía hacer uso de armas de las cuales el Amor no podía valerse: la lisonja, el engaño y la manipulación. El creador del egoísmo imputaba, atribuía a la ley vigente y al gobierno del Amor la perturbación que su propia conducta había introducido en el ambiente. Declaraba que todo el mal provenía de la administración "de turno".
Aseveraba que lo que él mismo quería, era actualizar y difundir los estatutos del Amor. Era pues, necesario que se diera a conocer la naturaleza de sus pretensiones y los resultados de los cambios que él proponía introducir en la ley del Amor. Su propia obra debía condenarle. El creador del egoísmo había declarado desde un principio que no él estaba en rebelión pero: el ambiente entero debía ver al seductor desenmascarado.
Antes de su caída, el creador del egoísmo era el primero de los que adornaban el lugar perfecto y sin mácula.1 2
El creador del egoísmo habría podido seguir gozando del favor del bien, amado y honrado por toda la tropa de criaturas, empleando él sus nobles facultades para beneficiar a los demás y para glorificar a su origen, el Amor. Pero poco a poco, y durante miles de millones de años, el creador del egoísmo se abandonó al deseo de la propia exaltación.3 4
En lugar de procurar que el Amor en persona fuese objeto principal de los afectos y de la obediencia de las criaturas bajo su responsabilidad, el creador del egoísmo se esforzó por granjearse el servicio y el homenaje de ellas para si mismo.
Y, codiciando los honores y aclamaciones de júbilo que el bien infinito había concedido con propiedad al único hijo del Amor personificado, ese príncipe de las criaturas aspiraba a un poder tal que sólo El Hijo tenía derecho a ejercer, por orden de antiguedad; y que hasta entonces el ambiente entero se había regocijado en reflejar la gloria del Amor, y de entonar alabanzas en su merecido honor. Y en tanto que El Amor era así honrado, todo era paz y dicha.
Pero una nota discordante vino a romper las armonías ambientales. La intriga y la exaltación de sí mismo, contrarios a la intención y espíritu del Amor, despertaron presentimientos y sospechas del mal, en las mentes de aquellos entre quienes la gloria del Amor lo superaba todo: En esa época NO existía la filosofía del azadón o tenedor, sino solo la política de la pala o cuchara.
Los concejos del misericordioso Amor rogaron tiernamente durante miles de millones de años al creador del egoísmo. Pero la delicada amonestación dada con un espíritu de ternura y misericordia infinitos, sólo despertó en él un espíritu de resistencia (de la misma foma que el dolor no proviene del cambio, sino de nuestra resistencia a éste). El creador del egoísmo permitió prevalecer sus celos y su rivalidad con El Hijo, y se volvió aún más obstinado. El orgullo de su propia gloria le hizo desear la supremacía. El creador del egoísmo NO APRECIÓ como don de su NOBLE ORIGEN los altos honores que EL BIEN le había conferido, y no sintió gratitud alguna, pues creía merecerlo con solo desearlo. (extrañamente nos parece familiar esa actitud?): El espíritu de cooperación fue testigo del nacimiento del hoy omnipresente espíritu de competencia.
El mismo espíritu que fomentara la rebelión antes que el ser humano existiera, continúa inspirándola HOY en el universo, creado mucho después. El creador del egoísmo ha seguido con los hombres la misma política que siguiera con las antiguas criaturas BAJO SU MANDO: seduciéndolas. Su espíritu/intención impera ahora en los hijos de desobediencia. Como él, tratan éstos de romper el freno de la ley del Amor(que lejos de ser prohibiciones, constituyen genuinas defensas de derecho), y prometen a los hombres la libertad mediante la transgresión de los preceptos de aquélla ley, (paradójicamente llamada "ley de la libertad" por más de alguno). El delicado llamado de atención del Amor dirigido a ellos, les despierta aún el espíritu de odio y resistencia. Cuando los mensajeros que el Amor envía para amonestar tocan a la conciencia con la maravillosa noticia de que hay salida al sufrimiento, el creador del egoísmo induce a los hombres a que se justifiquen y a que busquen la simpatía de otros en ese camino del egoísmo. En lugar de enmendar sus errores, despiertan la indignación contra el que los reprende, como si ésta exhortación fuera la única causa de la dificultad. Desde los días de los más justos que nosotros hasta los nuestros, tal ha sido el espíritu que se ha manifestado contra quienes osaron condenar el egoísmo y sus similares y conexos.
Mediante la misma falsa representación del carácter del Amor( que empleó alla en el remoto pasado, para hacer parecer severo y tiránico al Amor(que lejos de ser prohibiciones, las leyes de la felicidad constituyen genuinas defensas de derecho), el creador del egoísmo indujo al hombre a "pecar". Y logrado esto, declaró y "demostró" ―según él―(concepto y percepción que domina sobre la mayoría de los grupos seudo religiosos) que las restricciones injustas e imprácticas (ley) del Amor habían sido causa de la caída del hombre, tal como lo habían sido de su propia rebeldía. (rechazando NO el pecado sino a lo que lo señala)
Al echar al creador del egoísmo de su ambiente, el Bien hizo patente su justicia y mantuvo el honor de su trono. Pero cuando el hombre ofendió cediendo a las seducciones del espíritu rebelde (Luci insinúa que en algún momento Dios comió del árbol de la vida y QUE SOLO así se volvió Dios, acto que lo vuelve egoísta por negarse a compartirlo libremente), el Amor dio una inmensa prueba de su amor, consintiendo en que su único hijo muriese por la raza caída (es obvia la falacia de religiones que posteriormente se inventaron, al falsificar la esencia de esa actividad). El carácter del Amor se pone de manifiesto en el sacrificio limpiador y purificador de su hijo. El poderoso argumento de esa obra y sacrificio demuestra a todo el universo que la ley del Amor no era de ninguna manera responsable del camino de sufrimiento que el creador del egoísmo había escogido para sí mismo y para los que lo siguieran.
Pero no fue tan sólo para realizar el rescate del hombre para lo que el fruto/hijo del Amor vino a la tierra a sufrir y morir. Vino para engrandecer la ley, dignificarla y hacerla honorable. Ni fue tan sólo para que los habitantes de este mundo respetasen la ley tal como y cual debía ser respetada, sino también para demostrar a todos los mundos del universo que la ley del Amor es inmutable. Si las exigencias de ella hubiesen podido descartarse, el Hijo del Amor no habría necesitado dar su vida para expiar la transgresión de ella.
La muerte del Hijo prueba que la ley es inmutable. Y el sacrificio al cual el Amor infinito impelió al Padre y al Hijo a fin de que los rebeldes pudiesen ser rescatados (en un sentido, estos rebeldes tal como un inocente animalito herido que no se deja ayudar), demuestra a todo el universo—y nada que fuese inferior a este plan habría bastado para demostrarlo ―que la justicia y la misericordia son el fundamento de la ley y del gobierno del Amor. En la ejecución final de ese gobierno, se verá que no existe causa para el egoísmo.
Mientras el propio sacrificio proclama el carácter inmutable de la ley, declara al universo que la paga del egoísmo es aniquilación. El grito agonizante del verdadero Rescatista: “Consumado es,” fue el toque de agonía para el creador del egoísmo. Fue entonces cuando quedó resuelto (en la mesa, aún no en el campo, tal como en su momento Kaddaffi, ya derrotado seguía beligerante) el gran conflicto entre la cooperación y la competencia, que había durado tanto tiempo, y asegurada la extirpación final de lo autodestructivo. (Eso NO significa que el creador del egoísmo NO se revuelVe ya derrotado como alguna vez lo hiciera ya derrotado Sadam Husein)
Todo el universo habrá visto entonces la naturaleza y los resultados del egoísmo. Y su destrucción completa que en un principio hubiese atemorizado a los ángeles y acaso deshonrado las intenciones del Amor, justificará entonces la esencia del Amor y establecerá lo justo de su ley ante un universo de seres que se deleitarán en hacer su voluntad y en cuyos corazones se encontrará escrita dicha ley. Nunca más se manifestará el mal. La predicción del Amor dice: “No se levantará la aflicción segunda vez.”
(Nota: para los propósitos de este ensayo, no atenderé la motivación ámbito y alcances de ese sacrificio).
[ La culpabilidad del hombre ] Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que DETIENEN CON INJUSTICIA la verdad
Volvamos a lo básico:
"¿Por qué a la gente mala le suceden cosas buenas?"
1-Se debe a la imparcialidad de Dios, que hace salir su sol sobre buenos y malos
2-si la recompensa fuera el bienestar, en este mundo, o por el contrario, si el castigo fuera AUTOMÁTICO, no hubiera ateos ni personas que solo piensan en lo que pueden sacar de una relación con el comandante del universo, y NO en la relación misma, Dios busca adoradores que le adoren en teoría y práctica, y desgraciadamenta MUCHOS confuncen creer con pensar(Muchos enseñan a seguir a Jesús por interés al viaje y no por convicción-identificarse con su camino de vida-, esto se amplía en los siguientes párrafos)
La gran moraleja del libro de Job -y que al parecer muy pocos comprenden- es que cosas así pueden pasar:
Textos bíblicos sobre el sufrimiento, conclusiones preliminares:
1-"Es normal que a los buenos les pueda pasar cosas malas", 2-"cuestione a Dios cuando le esté yendo bien"
3-La oferta de Dios es la resurrección LUEGO de una vida de lucha por imitar su estilo de vida, aún en tiempos feos, si la recompensa fuera el bienestar-en este mundo-, no hubiera ateos ni personas que solo quieren viajar en primera clase(Muchos enseñan a seguir a Jesús por interés al viaje y no por convicción-identificarse con su camino de vida-, esto se amplía en los siguientes párrafos):
Textos bíblicos que aclaran el sufrimiento y que a los buenos les puede pasar cosas malas y viceversa:
La esencia del libro de Job demuestra lo dicho, también Esteban fue bueno y murió apedreado, el hermano de Jesús (Santiago) fue muerto a espada por Herodes, etc. Y un verdadero creyente se verifica en tiempos malos, pues no se va a endrogar, emborrachar, suicidar o irse a robar.
Proverbios 20:25
Lazo es al hombre hacer apresuradamente voto de consagración, Y después de hacerlo, reflexionar.
Eclesiastés 7:14
En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera. Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él.
Eclesiastés 7:15
15 Todo esto he visto en los días de mi vanidad. Justo hay que perece por su justicia, y hay impío que por su maldad alarga sus días.
Eclesiastés 8:14 (Reina-Valera 1960)
14 Hay vanidad que se hace sobre la tierra: que hay justos a quienes sucede como si hicieran obras de impíos, y hay impíos a quienes acontece como si hicieran obras de justos. Digo que esto también es vanidad.
Eclesiastés 7:29
29 He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones.
Proverbios 19:3
La insensatez del hombre tuerce su camino, Y luego contra Jehová se irrita su corazón.
Job 5:18
Porque él es quien hace la llaga, y él la vendará; El hiere, y sus manos curan.
Job 5:6
Porque la aflicción no sale del polvo, Ni la molestia brota de la tierra.
Proverbios 26:2
2 Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo,
Así la maldición nunca vendrá sin causa.
Partes del Reino de Dios:
a)Un Rey(Jesús)
b)Un territorio(la promesa a Abrahám**+vida eterna para disfrutarla:la Nueva Jerusalen NO es una nave que venga a traernos)
c)Un marco jurídico(el código íntimo de conducta de Dios, o sea las genuinas leyes de la felicidad)
d)Un pueblo(los justificados)
La Buena Noticia EN SÍ ES:
El evangelio es la buena noticia del literal y concreto gobierno de Dios sustituyendo próximamente los gobiernos del mundo;
EN ESPECÍFICO el evangelio CONSISTE en: la posibilidad de participar con Jesucristo en su gobierno del que vendrá a asumir y tomar posesión y mando próximamente.
**Romanos 4:13"..fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo.."Hech 26:6"Y ahora, por la esperanza de promesa que hizo Dios a nuestros padres soy llamado a juicio"Salmos 68:16¿Por qué observáis, oh montes altos, Al monte que deseó Dios para su morada?Ciertamente Jehová habitará en él para siempreÉxodo 32:13..daré a vuestra descendencia toda esta tierra de que he hablado, y la tomarán por heredad para siempre. Juan 6:51".. mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo"2Co 5:19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo.."Juan 3:17" Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él" Daniel 7:27 "y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno"(la Nueva Jerusalen No es una nave que venga a traernos)Juan 3:16 Porque de tal forma amó Dios al mundo.."Apoc22:5"..porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos"Hebr 2:5"Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando". Las bodas del Cordero SOLO se mencionan en Apoc 19, y SERÁN en la tierra: Apoc 19:4"inclinaron su rostro a tierra". En realidad quien inventó que los justos se van al cielo fue Benedicto 12,Año 1336, Bula papal "Benedictus Deus", pues Mateo 25 dice siete veces "entonces"-NUNCA dice "al morir"-, el peligro reside en que la frase "Iremos al cielo" NO aparece en la biblia, pues la recompensa es vida eterna, NO un viaje, y CONSTITUYE la fábula pagana de "ir al Olimpo a vivir con los dioses", puerta de entrada a otras fábulas paganas a través del modus operandi de tomar en forma literal las diferentes metáforas de la eternidad). De hecho Benedicto 12-y sus leales-entra al campo de la adivinación haciendo honor al nombre del Vaticano que significa vaticinio o adivinación. Muchos enseñan a seguir a Jesús por interés al viaje y no por convicción.
Al parecer cada variación del mito sobrevive y vegeta en completa orfandad filosófica-al menos en lo que a declaraciones DIRECTAS de la biblia se refiere-, y los grupos que honran esa copa de dogmas neopaganos CONSTITUYEN en efecto, una rama de católicos, lo cual explica la tesis del Sr. Ratzinger: "Los grupos menores SON católicos, solo que lo han olvidado, pero regresarán al recordarles que enseñan lo mismo que nosotros"; pues también se enfurecen al mostrarles la abundancia de textos con enseñanzas directas de la biblia; la pregunta es: Seguimos al Cordero por interés al viaje? o le seguimos porque nos identificamos con su camino de vida?, es el viejo antagonismo entre la filosofía de la pala/cuchara, versus la filosofía del azadón/tenedor. Muchos enseñan a seguir a Jesús por interés al viaje y no por convicción: La obediencia(imitación de las propias costumbres del Cordero-excepto circuncidarse y ley del sacerdocio, su templo, ritos y sacrificios-) NO es condición ni mucho menos premisa de la fe, ella tan solo evidenciará el resultado de su desarrollo: Abrahám viajó como resultado de su fe: Regla básica de interpretación: Si a través de una supuesta interpretación se llega a una variación de un mito pagano/o a una frase desconocida por los apóstoles(sofisma o implicación aberrante)-y existiendo declaraciones directas de la biblia al respecto-SE DEBE DESECHAR ESA INTERPRETACIÓN. Vea acá en la columna derecha la posición doctrinal "solo biblia", pues fue el papa Clemente VII(1478–1534) quien rechazó la propuesta de realizar un concilio en que se usara SOLO LA BIBLIA***: en el siguiente concilio(Trento) "decidieron" por Ud. unos trescientos sacerdotes que la biblia tiene LA MISMA autoridad que las enseñanzas humanas, y que SOLO los eruditos vaticanos la pueden interpretar. Solo recientemente se forjó LA MÁS FORMIDABLE HERRAMIENTA de análisis lingüístico usada por los eruditos mejor informados, que en la práctica es como un eliminador de opiniones subjetivas: el contexto.
***El concilio de Trento participó un 70% de italianos preparados por el pagano que educaba cardenales, y dominado POR la escuela que hizo sus preparativos, los dominicos de Salamanca, que NO usaban la biblia porque estaba prohibida hacía 300 años, sino un libro de Tomás de Aquino basado en Aristóteles(si lo duda lea ahí "la cuestión 97", donde Aquino "demuestra" el "alma inmortal" sin usar la biblia, ya que en ésta virtualmente no aparece la palabra"inmortal", y Ro 5:12 se refiere a la muerte eterna), de hecho Roger Bacon ya hacía 300 años se quejaba de que YA NO se estudiaba la biblia sino a sabios griegos, de ahí el antiguo adagio de Asia Menor(Troya)"No confío en los griegos aunque traigan regalos", en guerra cantada no muere soldado, pero aman el caballo troyano del espiritismo, basado en el dogma pagano de los muertos vivientes. Vea por si mismo/a como un supuesto teólogo "demuestra y prueba" la existencia del alma inmortal, pero que NUNCA menciona la biblia ni mucho menos la cita: Tan solo click acá.
El culto solar es la base contextual de la pascua dominical,(un sincretismo abrazado sin vacilar en el siglo I por los primeros obispos de Roma, concretamente Sixto I).
Mientras que el alma inmortal forma la base del espiritismo, el culto solar crea para los protestantes un lazo de simpatía con la religión híbrida romana, la cual suprimiendo (según ella) el segundo mandamiento (No representar ni evocar a Dios físicamente) allanó el camino en que el engaño los unirá en un solo cuerpo a protestantes y católicos atrayéndolos a todos a las filas del espiritismo (quien hace aparecer al enemigo como benefactor y sanador de la humanidad, concepción y cultura tan agresivamente impulsados por Hollywood). No es por eso casual que ya unos y otros son supersticiosos, aunque se carece de estudios que documenten quien de ellos son más supersticiosos.
fuente2 (pagina 95)
sitio principal
fuente: pag en html fuente3
1a-Art cláusula 151: 151- Qué ordenó predicar Jesús EN REALIDAD?
1b- Los diez mandamientos explicados en pdf (Es un pdf, necesitas tener el acrobat, túmbalo acá)
1- La verdadera historia de la verdadera iglesia en pdf. El autor de este libro es célebre por RESTAURAR una interpretación de la biblia BASADA EN ELLA MISMA, y no en antiguos mitos paganos.(Es un pdf, necesitas tener el acrobat, túmbalo acá)
2- Dónde está hoy la verdadera iglesia?
7-Art claúsula 77 77-La verdadera historia de la verdadera iglesia
Alienación: definición: estado del sujeto durante el cual está fuera de si mismo, volviéndose extraño con respeCto de la realidad a la que pertenece" (la causa de la alienación es al parecer el sistema basado en la propiedad privada, y la absoluta ausencia de valores genuinos).
Buscar la justicia es obedecer COMO lo hacía Jesús : Quienes se rehusan a obedecer COMO Él lo hacía [exceptuando circuncidarse y sacrificar animales para Dios], ponen en duda su método y lo hacen mentiroso. [Juan 3:36 (La Biblia de las Américas) 36: El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que no obedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.]
Si quieres que Dios te oiga, escucha Y ENSAYA primero lo que Dios dice, pues Él habló primero, y si quieres escuchar lo que te falta oir, Escucha y practica lo que YA te dijo.
Si una enseñanza se puede practicar de dos formas diferentes; un creyente genuino practicará la que es MÁS CONSECUENTE O QUE CONCUERDA MÁS con la actuación del Cordero; exceptuando circuncidarse o sacrificar animales para Dios.
hola, es interesante!!!
ResponderEliminarSufrimos por el pecado y la muerte que entro en la humanidad.Eso trajo un monton de consecuencias terribles a los descendientes de ADAN
saludos
Qué bueno que te veo por acá :)
ResponderEliminarY definitivamente siiii.. salta a la vista que ES la desobediencia PERSONAL a las leyes divinas, y (tan solo como precedente) la caída de los primeros seres humanos lo que causa el sufrimiento.
Mucha de esa responsabilidad recae sobre las mayoría de organizaciones de fe, que NO rechazan el pecado, sino a LO que lo señala, lo cual hacen sistemáticamente
Y en el mundo es muy poco y pobre el énfasis que se hace en esto último...
Desearía hacerles llegar el original (es MÁS claro y algo grande) pues desapareció la página de donde lo saqué y TRATAR DE rescatarlo:
http://redadvenir.org/lecturas/El%20camino%20a%20Cristo.pdf pag 95
Como dije, la pag ha desparecido, pero estoy pensando en publicarlo en un post aparte, o subirlo a un share que no lo borre NUNCA, pero no se cual sería ese...
Créelo, la sola lectura de ese artículo compunge INMENSAMENTE el ser y hasta escapa a llorar uno al tomar conciencia de la compasión de la que se ha sido objeto.
Saludos para todos...
1-
ResponderEliminarAcá está completa una de las versiones, en cuatro o cinco partes porque el límite es 4000 carácteres:
El Motivo del Dolor
y el Sufrimiento
Cómo empezó todo, por qué se encuentre aquí, cuándo terminará.
——————————————————————
Cómo empezó el pecado? Por qué hay pecado?
He aquí uno de los capítulos mas abarcantes en todo este libro.
De todas las historias, la mas asombrosa–cómo empezó el pecado—
Aunque rodeado de abnegación, algo sucedió.
Qué podía transformar un ángel de luz en un
diablo–en el mero centro del cielo? Esto es
algo que Ud. querrá leer. Le explicará por qué Dios tuvo que esperar,
y el maravilloso futuro para sus hijos por haber esperado—
——————————————————————
Para muchos el origen del pecado y el por
qué de su existencia es causa de gran
perplejidad. Ven la obra del mal con sus terribles
resultados de dolor y desolación, y se preguntan
cómo puede existir todo eso bajo la soberanía
de aquel cuya sabiduría, poder y amor son
infinitos. Es esto un misterio que no pueden
explicarse. Y su incertidumbre y sus dudas los
dejan ciegos ante las verdades plenamente
reveladas en la palabra de Dios y esenciales para
la salvación. Hay quienes, en sus investigaciones
acerca de la existencia del pecado, tratan de inquirir
lo que Dios nunca reveló; de aquí que no
encuentren solución a sus dificultades; y los que
son dominados por una disposición a la duda y a
la cavilación lo aducen como disculpa para rechazar
las palabras de la santa Escritura. Otros, sin embargo,
no se pueden dar cuenta satisfactoria del
gran problema del mal, debido a la circunstancia
de que la tradición y las falsas interpretaciones han
obscurecido las enseñanzas de la biblia referentes
al carácter de Dios, la naturaleza de su gobierno y
los principios de su actitud hacia el pecado.
Es imposible explicar el origen del pecado
y dar razón de su existencia. Sin embargo, se
puede comprender suficientemente lo que atañe
al origen y a la disposición final del pecado,
para hacer enteramente manifiesta la justicia y
benevolencia de Dios en su modo de proceder
contra todo mal. Nada se enseña con mayor
claridad en las sagradas escrituras que el hecho de
que Dios no fue en nada responsable de la
introducción del pecado en el mundo, y de que
no hubo retención arbitraria de la gracia de Dios,
ni error alguno en el gobierno divino que dieran
lugar a la rebelión. El pecado es un intruso, y no
hay razón que pueda explicar su presencia. Es
algo misterioso e inexplicable; excusarlo equivaldría
a defenderlo. Si se pudiera encontrar alguna excusa
en su favor o señalar la causa de su existencia,
dejaría de ser pecado. La única definición del
pecado es la que da la palabra de Dios: “el
pecado es transgresión de la ley;” es la
manifestación exterior de un principio en pugna con
la gran ley de amor que es el fundamento del gobierno divino.
Antes de la aparición del pecado había paz
y gozo en todo el universo. Todo guardaba
perfecta armonía con la voluntad del creador.
2-El amor a Dios estaba por encima de todo, y el amor de unos a otros era imparcial. Cristo el verbo, el unigénito de Dios, era uno con el padre eterno: uno en naturaleza, en carácter y en designios; era el único ser en todo el universo que podía entrar en todos los consejos y designios de Dios. Fue por intermedio de Cristo por quien el padre efectuó la creación de todos los seres celestiales. “Por el fueron
ResponderEliminarcreadas todas las cosas, en los cielos, . . . ora sean tronos, o dominios, o principados, o poderes” Colosenses 1:16.; y todo el cielo rendía homenaje tanto a Cristo como al padre.
Como la ley de amor era el fundamento del
gobierno de Dios, la dicha de todos los seres creados dependía de su perfecta armonía con los grandes principios de justicia. Dios quiere que todas sus criaturas le rindan un servicio de amor y un homenaje que provenga de la apreciación inteligente de su carácter. No le agrada la sumisión forzosa, y da a todos libertad para que le sirvan voluntariamente.
Pero hubo un ser que prefirió pervertir esta
libertad.
El pecado nació en aquel que, después
de Cristo, había sido el más honrado por Dios
y el más exaltado en honor y en gloria entre los
habitantes del cielo. Antes de su caída, Lucifer
era el primero de los querubines que cubrían el
propiciatorio santo y sin mácula. “Así dice
Jehová el señor: ¡tú eres el sello de perfección, lleno
de sabiduría, y consumado en hermosura! En el
edén, jardín de Dios, estabas; de toda piedra
preciosa era tu vestidura.” “Eras el querubín ungido que cubrías con tus alas; yo te constituí para esto; en el santo monte de Dios estabas, en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en tus caminos desde el día en que fuiste creado, hasta que la iniquidad fue hallada en ti.” Ezequiel 28:12-
15.
Lucifer habría podido seguir gozando del favor
ResponderEliminarde Dios, amado y honrado por toda la hueste
angélica, empleando sus nobles facultades para
beneficiar a los demás y para glorificar a su hacedor.
Pero el profeta dice: “se te ha engreído el corazón a
causa de tu hermosura; has corrompido tu
sabiduría con motivo de tu esplendor.” (Vers. 17.)
poco a poco, Lucifer se abandonó al deseo de la
propia exaltación. “Has puesto tu corazón como
corazón de Dios.” “Tú . . que dijiste . . ¡al cielo
subiré; sobre las estrellas de Dios ensalzaré mi
trono, y me sentaré en el monte de asamblea . . me
remontaré sobre las alturas de las nubes; seré
semejante al altísimo!” Ezequiel 28:6; Isaías 14:13,
14. En lugar de procurar que Dios fuese objeto
principal de los afectos y de la obediencia de
sus criaturas, Lucifer se esforzó por granjearse
el servicio y el homenaje de ellas. Y, codiciando
los honores que el padre infinito había concedido
a su hijo, este príncipe de los ángeles aspiraba a
un poder que sólo Cristo tenía derecho a ejercer.
El cielo entero se había regocijado en reflejar
la gloria del creador y entonar sus alabanzas. Y
en tanto que Dios era así honrado, todo era paz
y dicha. Pero una nota discordante vino a romper
las armonías celestiales. El amor y la exaltación
de sí mismo, contrarios al plan del creador,
despertaron presentimientos del mal en las mentes
de aquellos entre quienes la gloria de Dios lo
superaba todo. Los concejos celestiales rogaron
a Lucifer. El hijo de Dios le presentó la grandeza,
la bondad y la justicia del creador, y la naturaleza
sagrada e inmutable de su ley. Dios mismo había
establecido el orden del cielo, y Lucifer al apartarse
de él, iba a deshonrar a su creador y a atraer la
ruina sobre sí mismo. Pero la amonestación dada
con un espíritu de amor y misericordia infinitos,
sólo despertó espíritu de resistencia. Lucifer
dejó prevalecer sus celos y su rivalidad con
Cristo, y se volvió aún más obstinado.
El orgullo de su propia gloria le hizo desear
la supremacía. Lucifer no apreció como don de su
creador los altos honores que Dios le había
conferido, y no sintió gratitud alguna. Se glorificaba
de su belleza y elevación, y aspiraba a ser igual a
Dios. Era amado y reverenciado por la hueste celestial. Los ángeles se deleitaban en ejecutar sus
órdenes, y estaba revestido de sabiduría y gloria
sobre todos ellos. Sin embargo, el hijo de Dios
era el soberano reconocido del cielo, y gozaba
de la misma autoridad y poder que el padre.
Cristo tomaba parte en todos los consejos de
Dios, mientras que a Lucifer no le era permitido
entrar así en los designios divinos. Y este ángel
poderoso se preguntaba por qué había de tener
Cristo la supremacía y recibir más honra que él
mismo.
Abandonando el lugar que ocupaba en la
presencia inmediata del padre, Lucifer salió a
difundir el espíritu de descontento entre los
ángeles. Obrando con misterioso sigilo y
encubriendo durante algún tiempo sus verdaderos
fines bajo una apariencia de respeto hacia Dios, se
esforzó en despertar el descontento respecto a
las leyes que gobernaban a los seres divinos,
insinuando que ellas imponían restricciones
innecesarias. Insistía en que siendo dotados de
una naturaleza santa, los ángeles debían obedecer
los dictados de su propia voluntad. Procuró ganarse
la simpatía de ellos haciéndoles creer que Dios
había obrado injustamente con él, concediendo a
Cristo honor supremo. Dio a entender que al
aspirar a mayor poder y honor, no trataba de
exaltarse a sí mismo sino de asegurar libertad
para todos los habitantes del cielo, a fin de que
pudiesen así alcanzar a un nivel superior de
existencia.
4-
ResponderEliminarEn su gran misericordia, Dios soportó por
largo tiempo a Lucifer. Este no fue expulsado
inmediatamente de su elevado puesto, cuando se
dejó arrastrar por primera vez por el espíritu de
descontento, ni tampoco cuando empezó a
presentar sus falsos asertos a los ángeles leales. Fue
retenido aún por mucho tiempo en el cielo. Varias y
repetidas veces se le ofreció el perdón con tal de
que se arrepintiese y se sometiese. Para
convencerle de su error se hicieron esfuerzos
de que sólo el amor y la sabiduría infinitos eran
capaces. Hasta entonces no se había conocido
el espíritu de descontento en el cielo. El mismo
Lucifer no veía en un principio hasta dónde le
llevaría este espíritu; no comprendía la verdadera
naturaleza de sus sentimientos. Pero cuando se
demostró que su descontento no tenía motivo,
Lucifer se convenció de que no tenía razón,
que lo que Dios pedía era justo, y que debía
reconocerlo ante todo el cielo. De haberlo hecho
así, se habría salvado a sí mismo y a muchos
ángeles. En ese entonces no había él negado aún
toda obediencia a Dios. Aunque había abandonado
su puesto de querubín cubridor, habría sido no
obstante restablecido en su oficio si, reconociendo
la sabiduría del creador, hubiese estado dispuesto
a volver a Dios y si se hubiese contentado con
ocupar el lugar que le correspondía en el plan de
Dios. Pero el orgullo le impidió someterse. Se
empeñó en defender su proceder insistiendo en
que no necesitaba arrepentirse, y se entregó de
lleno al gran conflicto con su hacedor.
Desde entonces dedicó todo el poder de su
gran inteligencia a la tarea de engañar, para
asegurarse la simpatía de los ángeles que habían
estado bajo sus órdenes. Hasta el hecho de que
Cristo le había prevenido y aconsejado fue
desnaturalizado para servir a sus pérfidos
designios. A los que estaban más estrechamente
ligados a el por el amor y la confianza, Satanás les
hizo creer que había sido mal juzgado, que no se
había respetado su posición y que se le quería
coartar la libertad. Después de haber así
desnaturalizado las palabras de Cristo, pasó a
prevaricar y a mentir descaradamente, acusando
al hijo de Dios de querer humillarlo ante los
habitantes del cielo. Además trató de crear una
situación falsa entre sí mismo y los ángeles aún
leales. Todos aquellos a quienes no pudo
sobornar y atraer completamente a su lado, los
acusó de indiferencia respecto a los intereses
de los seres celestiales. Acusó a los que
permanecían fieles a Dios, de aquello mismo
que estaba haciendo. Y para sostener contra Dios
la acusación de injusticia para con él, recurrió a
una falsa presentación de las palabras y de los actos
del creador. Su política consistía en confundir a
los ángeles con argumentos sutiles acerca de
los designios de Dios. Todo lo sencillo lo envolvía
en misterio, y valiéndose de artera perversión, hacía
nacer dudas respecto a las declaraciones más
terminantes de Jehová. Su posición elevada y su
estrecha relación con la administración divina,
daban mayor fuerza a sus representaciones, y
muchos ángeles fueron inducidos a unirse con él
en su rebelión contra la autoridad celestial.
Dios permitió en su sabiduría que Satanás
prosiguiese su obra hasta que el espíritu de
desafecto se convirtiese en activa rebeldía. Era
necesario que sus planes se desarrollaran por
completo para que su naturaleza y sus
tendencias quedaran a la vista de todos. Lucifer, como querubín ungido, había sido grandemente
exaltado; era muy amado de los seres celestiales y
ejercía poderosa influencia sobre ellos. El gobierno
de Dios no incluía sólo a los habitantes del cielo
sino también a los de todos los mundos que el había
creado; y Satanás pensó que si podía arrastrar a
los ángeles del cielo en su rebeldía, podría
también arrastrar a los habitantes de los demás
mundos.
5-
ResponderEliminarHabía presentado arteramente su manera
de ver la cuestión, valiéndose de sofismas y fraude
para conseguir sus fines. Tenía gran poder para
engañar, y al usar su disfraz de mentira había obtenido una ventaja.
Ni aun los ángeles leales
podían discernir plenamente su carácter ni ver
adónde conducía su obra.
Satanás había sido tan altamente honrado,
y todos sus actos estaban tan revestidos de
misterio, que era difícil revelar a los ángeles la
verdadera naturaleza de su obra. Antes de su
completo desarrollo, el pecado no podía aparecer
como el mal que era en realidad. Hasta entonces
no había existido en el universo de Dios, y los seres
santos no tenían idea de su naturaleza y
malignidad. No podían ni entrever las terribles
consecuencias que resultarían de poner a un lado
la ley de Dios. Al principio, Satanás había
ocultado su obra bajo una astuta profesión de
lealtad para con Dios. Aseveraba que se
desvelaba por honrar a Dios, afianzar su
gobierno y asegurar el bien de todos los
habitantes del cielo. Mientras difundía el descontento
entre los ángeles que estaban bajo sus
órdenes, aparentaba hacer cuanto le era posible
por que desapareciera ese mismo descontento.
Sostenía que los cambios que reclamaba en el orden
y en las leyes del gobierno de Dios eran necesarios
para conservar la armonía en el cielo.
En su trato con el pecado, Dios no podía
sino obrar con justicia y verdad. Satanás podía
hacer uso de armas de las cuales Dios no podía
valerse: la lisonja y el engaño. Satanás había
tratado de falsificar la palabra de Dios y había
representado de un modo falso su plan de gobierno
ante los ángeles, sosteniendo que Dios no era justo
al imponer leyes y reglas a los habitantes del cielo;
que al exigir de sus criaturas sumisión y obediencia,
sólo estaba buscando su propia gloria. Por eso
debía ser puesto de manifiesto ante los
habitantes del cielo y ante los de todos los
mundos, que el gobierno de Dios era justo y su
ley perfecta. Satanás había dado a entender que
él mismo trataba de promover el bien del universo.
Todos debían llegar a comprender el verdadero
carácter del usurpador y el propósito que le
animaba. Había que dejarle tiempo para que se
diera a conocer por sus actos de maldad.
Satanás achacaba a la ley y al gobierno de
Dios la discordia que su propia conducta había
introducido en el cielo. Declaraba que todo el
mal provenía de la administración divina.
Aseveraba que lo que él mismo quería era
perfeccionar los estatutos de Jehová. Era pues
necesario que diera a conocer la naturaleza de sus
pretensiones y los resultados de los cambios que él
proponía introducir en la ley divina. Su propia obra
debía condenarle. Satanás había declarado
desde un principio que no estaba en rebelión.
El universo entero debía ver al seductor
desenmascarado.
Aun cuando quedó resuelto que Satanás no
podría permanecer por más tiempo en el cielo,
la sabiduría infinita no le destruyó. En vista de
que sólo un servicio de amor puede ser aceptable a
Dios, la sumisión de sus criaturas debe proceder
de una convicción de su justicia y benevolencia. Los
habitantes del cielo y de los demás mundos, no
estando preparados para comprender la
naturaleza ni las consecuencias del pecado, no
podrían haber reconocido la justicia y misericordia
de Dios en la destrucción de Satanás. De
haber sido éste aniquilado inmediatamente,
aquéllos habrían servido a Dios por miedo más bien
que por amor. La influencia del seductor no habría
quedado destruida del todo, ni el espíritu de
rebelión habría sido extirpado por completo. Para
bien del universo entero a través de las edades
sin fin, era preciso dejar que el mal llegase a su
madurez, y que Satanás desarrollase más
completamente sus principios, a fin de que todos
los seres creados reconociesen el verdadero carácter
de los cargos que arrojara él contra el gobierno divino
y a fin de que quedaran para siempre incontrovertibles
la justicia y la misericordia de Dios, así
como el carácter inmutable de su ley.
6-
ResponderEliminarLa rebeldía de Satanás, cual testimonio
perpetuo de la naturaleza y de los resultados
terribles del pecado, debía servir de lección al
universo en todo el curso de las edades futuras.
La obra del gobierno de Satanás, sus efectos
sobre los hombres y los ángeles, harían patentes
los resultados del desprecio de la autoridad
divina. Demostrarían que de la existencia del gobierno de Dios y de su ley depende el bienestar de
todas las criaturas que el ha formado. De este modo
la historia del terrible experimento de la rebeldía,
sería para todos los seres santos una salvaguardia
eterna destinada a precaverlos contra todo engaño
respecto a la índole de la transgresión, y a guardarlos de cometer pecado y de sufrir el castigo
consiguiente.
El gran usurpador siguió justificándose
hasta el fin mismo de la controversia en el cielo.
Cuando se dio a saber que, con todos sus
secuaces, iba a ser expulsado de las moradas
de la dicha, el jefe rebelde declaró audazmente
su desprecio de la ley del creador. Reiteró su
aserto de que los ángeles no necesitaban sujeción,
sino que debía dejárseles seguir su propia voluntad,
que los dirigiría siempre bien. Denunció los
estatutos divinos como restricción de su libertad
y declaró que el objeto que él perseguía era
asegurar la abolición de la ley para que, libres
de esta traba, las huestes del cielo pudiesen
alcanzar un grado de existencia más elevado y
glorioso.
De común acuerdo Satanás y su hueste
culparon a Cristo de su rebelión, declarando
que si no hubiesen sido censurados, no se
habrían rebelado. Así obstinados y arrogantes en
su deslealtad, vanamente empeñados en trastornar
el gobierno de Dios, al mismo tiempo que en son
de blasfemia decían ser ellos mismos víctimas
inocentes de un poder opresivo, el gran rebelde y
todos sus secuaces fueron al fin echados del
cielo.
El mismo espíritu que fomentara la rebelión
en el cielo, continúa inspirándola en la tierra.
Satanás ha seguido con los hombres la misma
política que siguiera con los ángeles. Su espíritu
impera ahora en los hijos de desobediencia. Como
él, tratan éstos de romper el freno de la ley de Dios,
y prometen a los hombres la libertad mediante la
transgresión de los preceptos de aquélla. La
reprensión del pecado despierta aún el espíritu de
odio y resistencia. Cuando los mensajeros que Dios
envía para amonestar tocan a la conciencia, Satanás
induce a los hombres a que se justifiquen y a
que busquen la simpatía de otros en su camino
de pecado. En lugar de enmendar sus errores,
despiertan la indignación contra el que los
reprende, como si éste fuera la única causa de la
dificultad. Desde los días del justo Abel hasta los
nuestros, tal ha sido el espíritu que se ha
manifestado contra quienes osaron condenar el
pecado.
Mediante la misma falsa representación del
carácter de Dios que empleó en el cielo, para hacerle
parecer severo y tiránico, Satanás indujo al
hombre a pecar. Y logrado esto, declaró que las
restricciones injustas de Dios habían sido causa
de la caída del hombre, como lo habían sido de
su propia rebeldía.
Pero el mismo Dios eterno da a conocer así su
carácter: “¡Jehová, Jehová, Dios compasivo y
clemente, lento en iras y grande en misericordia y
en fidelidad; que usa de misericordia hasta la
milésima generación; que perdona la iniquidad, la
transgresión y el pecado, pero que de ningún modo
tendrá por inocente al rebelde!” Éxodo 34:6, 7.
7-
ResponderEliminarAl echar a Satanás del cielo, Dios hizo
patente su justicia y mantuvo el honor de su
trono. Pero cuando el hombre pecó cediendo a
las seducciones del espíritu apóstata, Dios dio
una prueba de su amor, consintiendo en que su
hijo unigénito muriese por la raza caída. El
carácter de Dios se pone de manifiesto en el
sacrificio expiatorio de Cristo. El poderoso
argumento de la cruz demuestra a todo el universo
que el gobierno de Dios no era de ninguna manera
responsable del camino de pecado que Lucifer
había escogido.
El carácter del gran engañador se mostró
tal cual era en la lucha entre Cristo y Satanás,
durante el ministerio terrenal del salvador. Nada
habría podido desarraigar tan completamente
las simpatías que los ángeles celestiales y todo
el universo leal pudieran sentir hacia Satanás,
como su guerra cruel contra el redentor del
mundo. Su petición atrevida y blasfema de que
Cristo le rindiese homenaje, su orgullosa presunción
que le hizo transportarlo a la cúspide del monte y a
las almenas del templo, la intención malévola que
mostró al instarle a que se arrojara de aquella
vertiginosa altura, la inquina implacable con la cual
persiguió al salvador por todas partes, e inspiró a
los corazones de los sacerdotes y del pueblo a que
rechazaran su amor y a que gritaran al fin:
“¡crucifícale! ¡Crucifícale!”—todo esto despertó el
asombro y la indignación del universo.
Fue Satanás el que impulsó al mundo a
rechazar a Cristo. El príncipe del mal hizo cuanto
pudo y empleó toda su astucia para matar a
Jesús, pues vio que la misericordia y el amor
del Salvador, su compasión y su tierna piedad
estaban representando ante el mundo el carácter
de Dios. Satanás disputó todos los asertos del hijo
de Dios, y empleó a los hombres como agentes suyos
para llenar la vida del Salvador de sufrimientos y
penas. Los sofismas y las mentiras por medio de
los cuales procuró obstaculizar la obra de Jesús,
el odio manifestado por los hijos de rebelión, sus
acusaciones crueles contra aquel cuya vida se rigió
por una bondad sin precedente, todo ello provenía
de un sentimiento de venganza profundamente
arraigado. Los fuegos concentrados de la envidia
y de la malicia, del odio y de la venganza,
estallaron en el calvario contra el hijo de Dios,
mientras el cielo miraba con silencioso horror.
Consumado ya el gran sacrificio, Cristo subió
al cielo, rehusando la adoración de los ángeles,
mientras no hubiese presentado la petición: “Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde
yo estoy, ellos estén también conmigo.” Juan 17:24.
Entonces, con amor y poder indecibles, el Padre
respondió desde su trono: “adórenle todos los
ángeles de Dios.” Hebreos 1:6. No había ni una
mancha en Jesús. Acabada su humillación,
cumplido su sacrificio, le fue dado un nombre que
está por encima de todo otro nombre.
Entonces fue cuando la culpabilidad de
Satanás se destacó en toda su desnudez. Había
dado a conocer su verdadero carácter de
mentiroso y asesino. Se echó de ver que el mismo
espíritu con el cual el gobernaba a los hijos de los
hombres que estaban bajo su poder, lo habría
manifestado en el cielo si hubiese podido gobernar
a los habitantes de éste. Había aseverado que la
transgresión de la ley de Dios traería consigo
libertad y ensalzamiento; pero lo que trajo en
realidad fue servidumbre y degradación.
Los falsos cargos de Satanás contra el
carácter del gobierno divino aparecieron en su
verdadera luz. El había acusado a Dios de buscar
tan sólo su propia exaltación con las exigencias de
sumisión y obediencia por parte de sus criaturas, y
había declarado que mientras el Creador exigía que
todos se negasen a sí mismos El mismo no
practicaba la abnegación ni hacía sacrificio alguno.
8-
ResponderEliminarEntonces se vio que para salvar una raza caída
y pecadora, el Legislador del universo había
hecho el mayor sacrificio que el amor pudiera
inspirar, pues “Dios estaba en Cristo reconciliando
el mundo a sí” (2 Corintios 5:19). Vióse además
que mientras Lucifer había abierto la puerta al
pecado debido a su sed de honores y supremacía,
Cristo, para destruir el pecado, se había
humillado y hecho obediente hasta la muerte.
Dios habla manifestado cuánto aborrece los
principios de rebelión. Todo el cielo vio su
justicia revelada, tanto en la condenación de
Satanás como en la redención del hombre. Lucifer había declarado que si la ley de Dios era
inmutable y su penalidad irremisible, todo
transgresor debía ser excluido para siempre de la
gracia del Creador. El había sostenido que la raza
pecaminosa se encontraba fuera del alcance de la
redención, y era por consiguiente presa legítima
suya. Pero la muerte de Cristo fue un argumento
irrefutable en favor del hombre. La penalidad de
la ley caía sobre él que era igual a Dios, y el hombre
quedaba libre de aceptar la justicia de Dios y de
triunfar del poder de Satanás mediante una vida
de arrepentimiento y humillación, como el Hijo de
Dios había triunfado. Así Dios es justo, al mismo
tiempo que justifica a todos los que creen en Jesús.
Pero no fue tan sólo para realizar la
redención del hombre para lo que Cristo vino a
la tierra a sufrir y morir. Vino para engrandecer
la ley y hacerla honorable. Ni fue tan sólo para
que los habitantes de este mundo respetasen la ley
cual debía ser respetada, sino también para
demostrar a todos los mundos del universo que la
ley de Dios es inmutable. Si las exigencias de ella
hubiesen podido descartarse, el Hijo de Dios
no habría necesitado dar su vida para expiar la
transgresión de ella. La muerte de Cristo prueba
que la ley es inmutable. Y el sacrificio al cual el
amor infinito impelió al Padre y al Hijo a fin de que
los pecadores pudiesen ser redimidos, demuestra
a todo el universo—y nada que fuese inferior a este
plan habría bastado para demostrarlo—que la
justicia y la misericordia son el fundamento de la
ley y del gobierno de Dios.
9-
ResponderEliminarEn la ejecución final del juicio se verá que
no existe causa para el pecado. Cuando el Juez
de toda la tierra pregunte a Satanás: “¿Por qué te
rebelaste contra Mí y arrebataste súbditos de mi
reino?” el autor del mal no podrá ofrecer excusa
alguna. Toda boca permanecerá cerrada, todas las
huestes rebeldes que darán mudas.
Mientras la cruz del Calvario proclama el
carácter inmutable de la ley, declara al universo
que la paga del pecado es muerte. El grito
agonizante del Salvador: “Consumado es,” fue
el toque de agonía para Satanás. Fue entonces
cuando quedó zanjado el gran conflicto que
había durado tanto tiempo y asegurada la
extirpación final del mal. El Hijo de Dios atravesó
los umbrales de la tumba, “para destruir por la
muerte al que tenía el imperio de la muerte, es a
saber, al diablo.” (Hebreos 2:14.) El deseo que Lucifer tenía de exaltarse a sí mismo le había hecho
decir:
“¡Sobre las estrellas de Dios ensalzaré mi trono,
. . seré semejante al Altísimo!” Dios declara: “Te
torno en ceniza sobre la tierra . . y no existirás más
para siempre.” (Isaías 14:13, 14; Ezequiel 28:18,
19.) Eso será cuando venga “el día ardiente como
un horno; y todos los soberbios, y todos los que
hacen maldad, serán estopa; y aquel día que
vendrá, los abrasará, ha dicho Jehová de los
ejércitos, el cual no les dejará ni raíz ni rama”
(Malaquías 4: l).
Todo el universo habrá visto la naturaleza y
los resultados del pecado. Y su destrucción
completa que en un principio hubiese
atemorizado a los ángeles y deshonrado a Dios,
justificará entonces el amor de Dios y
establecerá su gloria ante un universo de seres
que se deleitarán en hacer su voluntad y en
cuyos corazones se encontrará su ley. Nunca
más se manifestará el mal. La Palabra de Dios
dice: “No se levantará la aflicción segunda vez.”
(Nahum 1:9). La ley de Dios que Satanás vituperó
como yugo de servidumbre, será honrada como ley
de libertad. Después de haber pasado por tal
prueba y experiencia, la creación no se desviará
jamás de la sumisión a Aquel que se dio a
conocer en sus obras como Dios de amor
insondable y sabiduría infinita.
“En todas sus aflicciones él fue también afligido, y el
Ángel de Su presencia los salvó: en su amor y su misericordia los redimió; y los llevó consigo todos los días de
antaño.”
—Isaías 63:9
“He aquí, todo el que tenga sed, venid a las aguas, y el
que no tiene dinero; venga, compre, y coma; si, venga,
compre vino y leche sin dinero y sin precio.”
—Isaías 55:1
“Él es el que en nuestro abatimiento se acordó de
nosotros, porque para siempre es su misericordia.”
—Salmo 136:23
la fuente es una de las citadas en el artículo, saludos